VidAngel es un servicio de filtrado de videos, que permite a los usuarios seleccionar filtros que eliminan las instancias de contenido objetable como desnudos, blasfemias y violencia gráfica, de las grabaciones.
Sin embargo, la compañía se vio obligada a retirar su servicio de alquiler de videos “personalizable” en diciembre pasado después de que Disney, Lucasfilm, Warner Brothers y 20th Century Fox lo demandaron por alterar ilegalmente y transmitir su contenido.
La declaración de quiebra pone en marcha acciones legales contra VidAngel en suspenso mientras la compañía se reorganiza, informó Forbes.
En un comunicado, el CEO de VidAngel, Neal Harmon aseguró que: Es un paso importante para proteger a nuestra empresa, así como a sus acreedores, inversores y clientes, de los esfuerzos de los demandantes por negarles a las familias su derecho legal a mirar contenidos filtrados en dispositivos modernos”
“También nos da espacio para reorganizar nuestro negocio en torno a la nueva plataforma de transmisión, promocionar y perfeccionar la nueva tecnología y buscar una determinación legal de que el nuevo sistema es completamente legal y no está sujeto a la medida cautelar presentada en California”.
VidAngel recibió la orden de cerrar su sitio web a fines de 2016, pendiente de juicio. El 13 de junio de 2017, VidAngel anunció el lanzamiento de un nuevo servicio de suscripción mensual de $ 7.99 para filtrar contenido de servicios de transmisión de video como Netflix, Amazon Prime y posteriormente agregar filtros para Amazon Fire TV, Roku, Chromecast, Android TV y apple TV.
VidAngel argumenta que la ley “Famili Movie Act” de 2005 (FMA, por sus siglas en inglés) protege legalmente el derecho de los clientes a usar su servicio para filtrar películas. Dicen que, en virtud de las FMA, se les permite transmitir películas filtradas a los clientes, siempre que la película sea una copia autorizada que se vea en la privacidad de la casa y no se cree una copia filtrada permanente.
Quizás la ley que VidAngel argumenta se encuentra vigente y pueda fundar su actuar; sin embargo no hay que olvidar los derechos de autores y productores, mismo que determinan y deciden o aceptan los cambios y modificaciones que sobre sus creaciones puedan realizarse.