Apenas faltaban unas horas para el cierre del mercado de fichajes cuando saltaba una de las bombas del verano: el internacional francés Anthony Martial, jugador del Mónaco, se convertía en uno de los traspasos más importantes del verano con su arribo al Manchester United.
El importe, simplemente sorprendente: 80 millones de euros en el que es el movimiento más caro de todo este periodo de fichajes. Su gestor: evidentemente, Jorge Mendes. Los 80 millones de traspaso venían a confirmar la enorme capacidad de Mendes para colocar en el mercado a jugadores a precios desorbitados, una operación que debía haber tenido la guinda a toda la pretemporada con el fichaje de De Gea por el Real Madrid, algo que finalmente no ha ocurrido.
Unas semanas antes, Mendes había llevado a Di María al PSG a cambio de 63 millones de euros. Tan sólo un año antes había vivido la salida del argentino con destino al United a cambio de 75 millones de euros.